miércoles, 22 de septiembre de 2021

Quién pudiera...

 

Quién pudiera... quién pudiera ver sus ojos, exclamó en voz alta, porque sus ojos son como dos faros que te alumbran en las tinieblas, sus ojos son como dos perlas osadas que no cualquier persona ha de cautivar. Quién pudiera tener aquella fortuna en su más profundo tesoro, para después de tantas encrucijadas volverlos a encontrar.


Quién pudiera, exclamó en lo alto, que me muera de amor el tiempo que tarde, que mi respiración se agote con cada temporada pasar. Quién pudiera, tener la fortuna de verlo pasar, se detendría de seguro, quién pudiera que lo observé y de él ha de admirar porque yo ya no puedo y de lamentos y lujuria yo solo les puedo contar.


 


Comentario crítico:
 
El texto escrito por Agustina se construye a partir del dialogismo en su trama conversacional. El método es interesante ya que se focaliza en el tú lírico y crea una disociación de la voz narrativa.
Al escuchar su lectura, la musicalidad se organiza en la repetición del pronombre interrogativo "Quién" junto al verbo "pudiera", estableciendo un tiempo hipotético, es decir, el futuro del amor feliz construído entre la nostalgia y la pasión.

sábado, 12 de septiembre de 2020

Comentario critico. Charles Pierre Baudelaire

 LA DESTRUCCIÓN


El demonio se agita a mi lado sin cesar;

flota a mi alrededor cual aire impalpable;

lo respiro, siento cómo quema mi pulmón

y lo llena de un deseo eterno y culpable.

A veces toma, conocedor de mi amor al arte,

la forma de la más seductora mujer,

y bajo especiales pretextos hipócritas

acostumbra mi gusto a nefandos placeres.

Así me conduce, lejos de la mirada de Dios,

jadeante y destrozado de fatiga, al centro

de las llanuras del hastío, profundas y desiertas,

y lanza a mis ojos, llenos de confusión,

sucias vestiduras, heridas abiertas,

¡y el aderezo sangriento de la destrucción!



Como una auténtica confesión de culpa, sentimiento muy presente en la obra del poeta francés. En este poema Baudelaire refiere cómo en la lucha entre el bien y el mal, entre Dios y el Demonio, es este último el que lo arrastra hacia la Destrucción “lejos de la vista de Dios”. Es una elección que él hace de manera inconsciente, como algo innato que no puede eludir, pues el Demonio está en el aire y él no puede evitar respirarlo. Pero esto no lo exime de la culpa, que aparece en el poema en forma de deseo erótico. Es entonces cuando el mal se la aparece como una mujer fatal, con apariencia de bruja, de manera que, una vez más, el amor se nos muestra en la poesía de Baudelaire como una pasión que lleva a la destrucción, como en su propia vida real pudo experimentar a través de sus relaciones con prostitutas. En los terceto finales se concreta cómo está pasión erótica masoquista a la que se abandona el poeta en una fiesta orgiástica en la que, como les ocurría a las bacantes, se arroja a un frenesí de destrucción, humillación y muerte, (mancillados vestidos, heridas palpitantes”). 

Es interesante destacar otros motivos muy frecuentes en la obra de Baudelaire:

La belleza también es posible encontrarla en lo más bajo, en la forma de esa mujer bruja seductora.

El  hastío vital, propio de los simbolistas y, más tarde, de los modernistas, por el que el artista siente un aburrimiento ante la sociedad burguesa industrial a la que pertenece, que le hace huir a través de la belleza.     

El texto pertenece al género lírico. Los versos alejandrinos franceses son una estructura métrica del soneto del texto francés, no así la rima. El modernismo rescata su deseo de renovación. El uso del ritmo como vía para crear belleza poética, que intenta representar, a su vez, la belleza de la creación, siendo un pilar del movimiento simbolista y modernista


Comentario crítico. Félix Lope de Vega Carpio

 Comentario:

El poeta Lope de Vega, es un poeta que tiene una obsesión con el amor hacia la mujer. En este caso, habla del amor pero con una perspectiva propia, acerca de su experiencia. Sin nombrar a quien hace referencia, es evidente que está hablando de sentimientos que florecen cuando uno está enamorado. 

Lope utiliza el formato de soneto para acreditar el significado del amor. Su mensaje es con un lenguaje que todos al leer entendemos. Habla de los sentimientos que te genera estar enamorado y del desengaño como algo que te puede pasar y que en general sucede. A pesar de estos “sentimientos” las personas igual buscan y desean el amor.

A nuestro entender, Lope desea transmitir un mensaje bien sencillo: el amor es un sentimiento que en su realización resulta incomprensiblemente contradictorio, difícilmente gobernable y, en fin, decepcionante.

Se remarca el sentimiento de este como un trastorno o bien espiritual o moral contrarios a la razón. Explica de forma explícita los efectos que puede tener en el amante ya sea en sus actitudes o comportamientos. Además esto conlleva que se generalicen los efectos que puede tener el amor, provocando una anécdota constante de las emociones que te hacen jugar con la tranquilidad y el enojo de los propios sentimientos generados por el amor.

martes, 4 de agosto de 2020

Raúl Vela - Transformación

Transformación

Primero me causarás una pequeña herida,
sin dolor, casi sin que lo note…
Al principio, como un juego,
beberás un pequeño sorbo…
Otras veces, lo volverás a intentar

y yo me negaré débilmente porque no quiero perderte.

Te lo reprocharé por momentos
y te retirarás…y me dejarás…
Pero la ansiedad me carcomerá por dentro.
Entonces iré a buscarte y tornarás como el viento
y beberás mi sangre con cautela.
Ya débil, te pediré que no lo hagas más
que te vayas, que no quiero que vuelva a suceder…
Pero vendrás por más, con excusas,
arrepentimientos y promesas.
Al final, casi sin fuerzas te dejaré hacerlo
No tengo ganas de discenir, ya casi no puedo pensar…
Sólo me sorprende el olor a mi propia sangre, nunca lo había notado,
que te llevas no sé dónde, porque nunca supe tu procedencia;
te trasladas por el aire; eres un ser tan efímero y tan certero.
El olor acre a sangre se me impregna y lo deseo…
imagino tu deleite al saborearla densa, tibia, viscosa.
Esa idea no me deja, ya casi no me interesas

Sólo aguardo y observo tu incisión y el fluir rojo con su aroma a sangre fresca.

Noto una rara fuerza y te veo ausente, como sin vigor…
Has vencido mis últimas resistencias y sé que ya no te intereso.
Falta poco. Tengo una estaca; la usaré sin que te des cuenta.
Y entonces tomaré tu capa y volaré por el aire en busca de mi propio néctar.

Raúl Vela

domingo, 12 de julio de 2020

Iris Mabel Juarez - Nos empuja el viento del pasado...


Título " Nos empuja el viento del pasado..." Grafito sobre tela. Dimensiones 1,65x 1,65. 1991. Autora: Iris Mabel Juarez

Comentario crítico:

Una muchedumbre apretada, amontonada, superpuesta, empujada en torno a una figura frontal, centrífuga. Sin duda, es el soporte de ese vendaval. Aunque está intacta y firme, su mano apoyada en el corazón, rígida, inerte, pétrea, indica que sus sentimientos ya no están vigentes.

Avalancha de seres. Rostros difusos, cuerpos contorsionados, miembros ( brazos y piernas/ ¿brazos o piernas?) dislocados, pies calzados intentan sostener esa imagen convulsa... El viento arrecia en un remolino, con la misma furia que sopla el pensamiento. 

Alguien parece evocar, pero no ha sido cauteloso. La evocación trae sus riesgos. Se ha dejado llevar; ha conjurado a los fantasmas del pasado. Ya es tarde...han cobrado vida propia.
 Texto: Raúl  Vela



domingo, 21 de junio de 2020

Baristas de la Palabra



Durante un tiempo algunos escritores de Mendoza nos hemos reunido en Cafés Literarios, cuyo estímulo ha sido la producción libre y la diversidad temática. Crear para un escenario de escucha atenta requiere que el autor busque la singularidad, la experimentación, la innovación, el arte, lo extraordinario. El escritor se convierte en este contexto en un Barista de la Palabra.

El Café de los Encuentros abraza esta idea de creación. Un sitio de lectura que representa un viaje hacia mundos reales o imaginarios a través de la soledad reflexiva. La experiencia involucra un acto que genera una interfaz natural entre el autor y el lector.

En torno a una taza de café se conquistan ideas, proyectos, sueños, amores. El Café Literario es un lugar para existir y para morir igual que las páginas de un libro. El tiempo se detiene en ellos, allí se origina el caos, el reloj sin números.

Es reconocida la atmósfera de estos como verdaderos epicentros de vida social con una fuerte repercusión en la escena cultural.

Fernando Adrián Flores

sábado, 13 de junio de 2020

Diego Agustín Guevara - ¡Oh Dios!

¡Oh Dios!




¿Qué cómo estoy? Mal, muy mal. Cada día peor. Mi psiquis está enferma. No siempre, a veces. Mmm cómo ser más explícito: La mitad de mi mente está enferma. Imagina atrocidades, aberraciones, las peores que se te puedan ocurrir. Veo  muertes, torturas de  personas que amo, sin desearlo. Maldades tales que se equiparan a las del mismo Adolfo y que yo mismo aborrezco. En esos casos, la parte sana acude en auxilio de mi cordura y luego todo sigue bien. Por supuesto, nadie lo nota más que yo. Pero eso es suficiente para que me sienta muy mal y no desee salir a ver a mi familia y a mis amigos. No puedo evitar, a veces, pensar mal de la gente que me rodea y mi media psiquis maligna me muestra motivos por los cuales debiera enfurecerme y terminar con todos ellos. La vista se me pone toda roja y soy capaz de cometer alguna locura. Por fortuna, mi otra mitad viene de pronto a refrescar mi frente con su hálito cordial y salvador. De todas formas, estoy trabajando para mejorar mi parte enferma, para volver a la normalidad cuanto antes. Aún así, debo pedirte que te vayas.

Aunque no tengo nada contra ti no sé en qué
momento mi parte oscura pueda aflorar y deba acabar contigo para luego continuar mi conversación con un cadáver. Así que por favor, vete.
Esta situación me pone increíblemente incómodo. Mejor así. 
Quiero asegurarme que llegarás sano y salvo a tu casa. Agradezco tu visita. Ya iré a verlos, una vez que sane por completo. Y ustedes, mis amigos, podrán visitarme, también, sin miedo alguno y podré compartir buenos momentos en mi humilde morada, junto a la gente que yo quiero. Por eso mismo, amigo mío, no te invito con un café. Pero, ¿qué te ocurre? levántate de ese sillón y corre antes de que sea demasiado tarde. ¿No entiendes que soy una amenaza para tu vida? Reacciona amigo mío. No puede ser. ¡Oh Dios, perdóname! Lo hice de nuevo.


                                   Diego Agustín Guevara



Comentario Crítico:

"Hoguera junto a una río" de Paul Gauguin
El cuento breve del narrador mendocino Diego Agustín Guevara expone un diálogo desde el interior del protagonista hacia un tú, visitante. En esta conversación se menciona a un Él, Dios, considerado testigo de la historia.

Puede sintetizarse el contenido como un solo ritmo narrativo: la escena. Es decir, un tiempo que se acelera hacia el momento de mayor tensión, la muerte.

La pregunta retórica al finalizar el relato nos remite a lo inevitable y la última oración "Lo hice de nuevo" produce un efecto bucle en el tiempo, una narración interminable.

Finalmente, se visualiza una segunda persona plural. Estos serían todos los lectores del cuento o bien espectadores hipotéticos del hecho.